Wednesday, December 22, 2010

arte: the museum of innocence



Anoche, después de un mes, terminé el maratónico The Museum of Innocence de Orhan Pamuk. Uno de mis roommates me lo obsequió de cumpleaños, y se lo agradecí genuinamente porque de no haberlo hecho, yo jamás lo hubiera comprado. Muy raras veces suelo leer novelas de amor, a excepción de las macondianas; sin embargo, ésta tuvo la virtud de tomarme la mano y conducirme a través del complejo entramado erótico-compulsivo del protagonista. Nunca me perdí en sus más de 500 páginas, y disfruté de la luz del mediterráneo, del efecto tóxico de los rakis que los personajes degustan con frecuencia, del bullicio de las calles al anochecer, de la compañía de la élite occidentalizada, de una ficción casi real en la que el mismo autor aparece como el escribano de la novela que tenemos en nuestras manos.

Kemal, el protagonista, se enamora de Fusun, dependiente de una boutique, y por ocho años, vierte la imposibilidad y el azar de su amor en una colección de objetos y fotografías que hacen posible la rememoración del tiempo que pasaron juntos. A la manera de los museos dedicados a personajes célebres que abundan en el mundo occidental (la división cultural es contundente tanto en la forma en que el autor como los personajes construyen la historia), Kemal decide erigir un museo a su amada Fusun con el fin de mostrar al mundo, y de hacerse de un espacio que continúe sustentando, el amor que llegó a sentir por ella. Con tal propósito, visita más de cinco mil museos alrededor del mundo, colecciona casi todo lo que ella alguna vez tocó, incluso la casa en la que habitó, y de paso nos ofrece un par de citas memorables que cualquier estudiante de historia del arte o gestionador de museos querrá adoptar para su tesis o, mínimo, como epígrafe para algún trabajo de alto calibre:

Anyone remotely interested in the politics of civilization will be aware that museums are the repositories of those things from which Western Civilization derives its wealth of knowledge, allowing it to rule the world, and likewise when the true collector, on whose efforts these museums depend, gathers together his first objects, he almost never asks himself what will be the ultimate fate of his hoard. When their first pieces passed into their hands, the first true collectors - who would later exhibit, categorize, and catalog their great collections (in the first catalogs, which were the first encyclopedias) - initially never recognized these objects for what they were. (The Museum of Innocence, p. 73).

Sin embargo, y tal como se lo dije a un amigo, pasará un buen tiempo para que vuelva a leer, al menos con deliberación, algo de Pamuk. Fueron suficientes páginas, suficiente sufrimiento. Pamuk escribe tan bien del amor, que no quiero saber nada de él ni de sus protagonistas.

Sunday, December 19, 2010

SIN TÍTULO


¿Lo oyes? Ese ruidito que se levanta por encima del paso de los autos, que sobrevive al rugido de los aviones. Viene del fondo. Nos ha quitado el sueño. Seguro es él, de nuevo. Debe estar junto a la ventana, mirando sin ver, fumando el último cigarrillo de la noche, apestando el silencio con el olor rancio del vicio. Otra vez el ruidito. Te digo que no estoy loco; son como piedritas descomponiéndome la noche, todas en una caja de cartón, azotadas con cuidado. Es él, es el amor de un hombre. Yo le conozco todos sus gestos, cada uno de los movimientos de su rostro y cada palabra que no dice. Mira. No hace mucho que debió haberse levantado; es de huesos ligeros a pesar de los músculos amplios. Ni siquiera cuando corre aprisa se le advierte, menos cuando se escurre sigiloso fuera de la cama a mitad de la madrugada. Se levantó para fumar dos cigarrillos: uno para terminar de despertarse y otro para volverse a dormir. Por la forma en que ahora fuma, debe estar terminando el primero. Mira. Va a jalar la silla para sentarse junto a la claridad del farol que se cuela por la ventana. Se dirige al baño sin hurgar, por lo menos de reojo, si sigo vivo aquí en la cama. No, no voy a abrir los ojos, no voy a buscarlo con ellos ni me voy a mover. Lo conozco bien. Duerme desnudo, siempre del lado derecho de la cama, de brazos o piernas cruzadas, a veces en posición fetal, con la eterna cajetilla de Delicados en el piso, al alcance de su mano, sin roncar, apenas una respiración acompasada. ¿Anda en bóxer? Debió ponérselo cuando se levantó. Los deja al lado de sus Delicados, es la segunda cosa que buscan sus manos cuando se levanta y también la última cuando se echa a dormir. Te lo digo yo que he escuchado ese ruido todo este tiempo; no está de buen humor. ¿Lo oyes? ¿el ruidito? Ahora viene del baño, por encima del chorro lánguido de sus riñones. Es breve, a veces como la estática de la televisión después de las cuatro a. m., ¡como las piedritas en la caja de cartón, pues! Ni siquiera cuando orina deja de fumar. Me gustaría abrir los ojos y verle la espalda desde aquí, extender la mano y jugar con la mansedumbre de sus huesos, alborotarle las cosquillas, redibujar con la lengua y mi saliva ácida el tatuaje de San Judas Tadeo debajo de su hombro izquierdo. Ser sus dedos en el acto de orinar o el cigarrillo. ¿Tiró la colilla por el excusado? Tardó más que de costumbre. ¿Por qué no jala la palanca? ¿qué tanto ve en el espejo? Esos ojos amplios, menguados, que me hacen perder la voz. ¿Se arregla la barba desalmada o se deshace la espinilla impertinente en la punta de la nariz? No, no me digas. Ya no quiero saber nada, es mejor así. Me basta con saber que ahora regresa a la ventana, a la silla, al claro de luz. Esculca con una mano entre sus genitales, como si los sopesara, como si ese acto provocador le espantara el frío que empieza a sentir. Suspira. La calle yace al fondo como una fotografía en blanco y negro; hay autos, perros que ladran a las ratas sin que éstas se sientan aludidas, un enorme vacío de concreto y ruido, unas ganas de aventarse en él y que te lloren todos los que te quieren. Ha prendido el segundo cigarro. Siempre he pensado que la lumbre instantánea de un encendedor en la oscuridad es mal augurio. Anuncia que allí hay fuego, que allí hay calor para repartir, un hombre que puede regalar uno o dos cigarrillos; y un hombre que comparte ese tipo de cosas, termina por dejarse ir él mismo. Dicen mis amigos que las mejores cogidas que han tenido empezaron por la pedida de un cigarrillo. ¡Y a mí que no me gusta fumar! ¡Caray! ¿Lo oyes otra vez? Es el tabaco consumiéndose en sus labios, es el ruidito del fuego abrazante, la muerte escandalosa del cigarrillo anunciándome la inminencia de su amor. Te lo dije, ese ruidito es perpetuo. Es el único anuncio que lo precede, la única manera de quedarse contigo en la penumbra, en la memoria. Ya no tiene caso seguir con los ojos cerrados. Ahora recorrerá con sus manos la suavidad de su torso, jugará con la punta de sus pezones mientras piensa en los perros que ladran, en las ratas que pasan, en la noche azul y sin tiniebla. No hay manera de escapar de su imperio; sabe que lo estoy viendo sin mirarlo, que lo estaba soñando en otro tiempo, de coca cola y brandy en las rocas, de abrazos y cariñitos desmedidos, poseyéndome como se poseen los lujuriosos, sin recato y con improperios a Dios. Ya viene. Escucha. Es su voz de acordeón. Se va a alzar sobre el ruidito de la ceniza quemándose cerca de su boca, sobre la oscuridad espesa de las madrugadas en los hoteles de noventa pesos la noche, sobre la ambulancia lejana trasladando muertos que nadie llora, sobre el orgasmo ilegítimo de la puta del cuarto de al lado, sobre el ajetreo de este corazón que amenaza con hacerme vomitar. No, no te vayas. Quédate ahí donde estás. No hables. Mira. Ha dejado de acariciarse el torso. Se lleva una mano a la boca para detener con sutilidad el cigarrillo casi extinto. Se pone de pie. Se rasca la nalga derecha, cierra la cortina y se queda parado frente a la cama. Va a decir mi nombre.

(Silencio)

- Lázaro – dice como un murmullo. Tembleque, alcanzo apenas a pujar.

- Lázaro – vuelve a decir. Y es su voz como una bolsa de papel arrugándose.

- Lázaro – quiere gritar pero yo despierto, frotándome los ojos, emitiendo un sonido más parecido a los niños huyendo de una pesadilla. Aquí estoy, digo.

Él se sube a la cama. Avanza hacia mí sobre sus rodillas, robando la sábana que me protege el cuerpo. Se sienta sobre sus piernas, de frente a mi rostro, y me acaricia la barbilla con una mano. Despacio, dos veces, tres veces.

- ¿Qué estabas soñando? – pregunta, y sonríe chiquito, tan chiquito que ni el rojo del tabaco ardiendo la logra registrar. Pero yo lo conozco. Esto ya lo he visto, te lo juro.

- Nada.

- Nel. Estabas soñando intenso. Suspirabas y gemías, entrecortado.

Libera la otra mano del cigarrillo y me abre con sus dedos, tibios y tóxicos, los ojos. Mira en ellos; quiere encontrar el rastro de los sueños recién soñados, arrumbados en una esquina, la más próxima a la nariz, justo atrás de las primeras lagañas, “allí están para que los leas”, le dijo su madre.

- ¿Qué estabas soñando? – vuelve a inquirir.

- Soñaba con orquídeas blancas – miento.

- No. Eso no es.

- Y con el tren que avanza sin rieles sobre el mar de…

- Tampoco. Eso fue la semana pasada. ¿Qué estabas soñando?

Es el chillido de una cama. El cuerpo de una mujer siendo usado por un hombre del que no recordará su cara. Es el gorgoriteo de su garganta, atragantándose, o el espasmo de sus muslos abiertos, en su propia carne, la soledad de su sonrisa acariciando los billetes y que no sabe donde guardar. Cualquier sitio es más seguro que los pliegues entre sus senos. Es todo, todo es ruido. Todo se cae encima para dramatizar, como en las novelas, el momento aquél en que con los ojos abiertos a la fuerza, respirando el humo apestoso de unos Delicados, él me pregunta qué chingados estaba soñando.

- Soñaba con coca cola y brandy en las rocas – digo, negándole la mirada.

- Si a ti no te gusta el brandy – replica, entrecerrando los ojos.

- Así son los sueños – anuncio -, ni quien los entienda.

- Pero hay algo más. ¿Qué estabas soñando?

- Soñaba contigo – le sujeto la canica de los ojos con dos movimientos de párpados. Mis manos se adhieren a sus rodillas, buscan su entrepierna.

Él suelta mi rostro. Exhala humo gris, casi azul. Observa detenidamente la colilla de su cigarro. Ríe. Carraspea. Se limpia los labios con el dorsal de la mano derecha. Mira el dorsal de su mano derecha y la limpia rápidamente con las sábanas. Me besa. Es un beso certero, húmedo, agridulce. Siento su lengua trasegar el umbral de mi cerebro, meterse en los recovecos de una memoria pedregosa y afligida, derribar soledades apiladas en la esquina del nervio óptico. Siento sus dientes chocar contra los míos, producir ese ruido desquiciante, morder con la punta de los caninos el extremo opuesto del placer que nunca me dejará sentir, que siempre habrá de negarme porque su mano izquierda, la única mano que tiene libre para terminar de atormentarme está extinguiendo la lumbre de su cigarrillo con el sudor de mi espalda desnuda, con la piel que arde como picadura de serpiente. Allí está de nuevo. El ruidito que se levanta por sobre todas las cosas para morirse en algún sitio de mi espalda, para clavarse allí como un cuchillo ardiente que él gira y aplasta, con premeditación, con toda la fuerza de sus dedos largos. Y yo no puedo liberarme. Secuestrado por la violencia del beso, apenas ladeo la espalda, tenso los hombros. Algo en algún lugar del cuerpo empieza a dolerme.

Él me deja la boca en paz.

- Lázaro – musita.

Ya no hay lágrimas, ni quejidos. Ya casi se acaba la mañana.


Thursday, December 2, 2010

arte: let's toast for the douchebags

"Runaway" is the second single from American rapper Kanye West's fifth studio album, My Beautiful Dark Twisted Fantasy. The song features rapper Pusha T of Clipse.

A 35-minute short film directed by West accompanies the song which also serves as the song's music video. The film premiered on October 23, 2010. The film has four versions: the full-length film, a one minute-shorter clean version, the video version which is an excerpt of the film that matches the length of the song, and the extended video version which is nearly double the length of the video version.





Just delicious...

Tuesday, November 23, 2010

arte: ramin haerizadeh

Al voltear la vista al arte producido en Oriente Medio, me topé con las fantásticas imágenes del artista visual iraní Ramin Haerizadeh. Aunado a la evocación de los tapetes árabes tanto en el garigoleado como en la composición de las figuras, me encanta la sutil transgresión de las figuras, esa forma en que me hacen acercarme para leerles en el rostro la sonrisa o el gesto malicioso y la pose ambigua mediante las que Haerizadeh subvierte nuestros conceptos de nación y sexualidad.

Fotografía o diseño gráfico...




"In Men Of Allah (05) Haerizadeh reworks the codes of gender, body, and sexuality. Intimately grouped and provocatively posed, the figures gather in a perverse harem; their bodies mutating in contorted forms, neither male nor female, but something much more epicurean and exotic. Haerizadeh approaches his photos with the luxuriance of painting, allowing the rich tones and textures to carry the image into near abstraction. The angular layered segments of his digital alterations create a reference to cubism, while the folded and mutated skin mirrors the drapery effect of the sumptuous clothes."



"One of the key characteristics of Taaziye theatre is that plays are performed exclusively by men, even the lead female roles; in Iran women are discouraged from entering the acting profession. Casting himself in the place of every character, Haerizadeh uses his self-portrait as a means of social critique. Adopting the roles of both villains and victims, Haerizadeh’s bearded face becomes an uncomfortable mediator, transgressing gender, political, and religious boundaries through his highly sensuous images."

Texto e imágenes de Saatchi Gallery.




Sunday, November 21, 2010

arte: copi



Escrita entre 1979 y 1982, La Guerra de las Mariconas del escritor argentino Copi (Raúl Natalio Roque Damonte) es un texto que quizá en su momento fue revolucionario. No conozco la respuesta crítica a la historia; la nota de la traductora menciona que antes de aparecer en forma de libro, La Guerra de las Mariconas se entregó en periódicos. Fue originalmente escrita en francés y en su versión en español hace uso del lunfardo, que supuestamente Copi nunca dejó de enarbolar.

Odié el librito. Cada página, cada diálogo, cada salto narrativo (que probablemente obedezca a las formas periodísticas que vieron las primeras luces de la historia). Es una guerra acérrima entre maricones franceses socialistas, enemigos de la burguesía parisina y la intelectualidad de izquierda, y un grupo de hermafroditas amazonas que hace el mundo añicos a base de bombas nucleares y estrategias de rebeldía espontánea que no encuentran en el texto la verosimilitud necesaria para sustentar lo absurdo y lo divertido que pueda tener la historia.

En muchas ocasiones, me encontré leyendo los raving and rantings de un militante de la más pura beligerencia homosexual que avoca por la destrucción total de todas las taxonomías socio-culturales y económicas de la Sociedad; una diatriba de provocación, de resistencia e identificación con prácticas sexuales marginales aun dentro de las comunidades lgbt que no pasó de ser más que un buen esfuerzo de ironía y sobredosis psicotrópica. Es una pésima adaptación de La Guerra de los Mundos de H. G. Wells y un odioso acercamiento a las nuevas corrientes teórico-filosóficas que, por su parte, proveen a los movimientos de liberación homosexual de herramientas serias hacia el entendimiento de las identidades y conductas. La muerte de Michel Foucault en manos de Venecio da Luna junto con una docena más de intelectuales queer es un acto simbólico poco explotado que el autor deja de lado para ahondar en los detalles de la relación sadomasoquista entre el protagonista y Conceicao do Mundo, la amazona hermafrodita que, en una analogía temprana del Quinto Elemento, es la figura que inicia y culmina la empresa de la creación de un nuevo orden sexual y cultural.

Los diálogos son malísimos. No hay construcción de espacios, de tiempos, de personajes. Sólo un intento fallido de provocarme, y espero que lo haya logrado tras su aparición. Lo único memorable es el siguiente pasaje:

El placer es como el nacimiento o como la muerte, nos ocurre una sola vez, pero al nacimiento lo olvidamos y a la muerte la ignoramos; el placer es ese único instante de éxtasis cuyo recuerdo o ilusión nos mantiene vivos. Nos ocurre solamente una vez. El resto de la existencia, antes y después, es tan sólo una reflexión al respecto. Es ridículo pero es así, para los putos y para los demás. Creemos amar a una sóla persona pero de hecho solamente amamos ese flash de placer, quizás como los católicos aman la crucifixión de Cristo.

...al que, por cierto, el autor no vuelve, como si el poder de las ideas e imágenes que hilvana, nunca se hubiera manifestado.


Thursday, November 18, 2010

arte: reinaldo arenas

Recomendable ver a partir del minuto 3.50.

Wednesday, November 17, 2010

facto: lewis carroll



Hace poco terminé de leer Alice in Wonderland / Through the looking glass de Lewis Carroll. Al mismo tiempo pensaba en la posibilidad de la errancia, en esos momentos que de pronto a uno le llegan como una brisita de aire y lo asaltan (hasta parece que se aparecen debajo de la cama o en el momento de abrir la puerta de la propia casa).

Sería genial, pensé, enfilarse a otro mundo, así como Alicia, pero con la certidumbre de que el regreso no será tan inminente. Sin la seguridad de nada más que la del lugar donde uno se dirige. Y comencé a abrir los ojos, a aventarlos a aquellos tiempos en Bélgica, en España, en Gringolandia. Tuve ganas de partir, de volver a hacer maletas. De "quemar las naves", como dicen por allí.

Y así, de pronto, Carroll me volvió a la realidad. No sé ni cómo ni cuándo, pero asumí la inexistencia del significant other, y con toda la calma del mundo, me vi aquí, entre el cemento de esta gran ciudad, buscando lo inencontrable.

Sunday, November 14, 2010

Saturday, November 6, 2010

arte: rosa beltrán

Le faltó más protagonismo a Iturbide. Más umph a los personajes femeninos. Más drama.

Eso sí, impecablemente escrito.

Sunday, October 31, 2010

arte: leyendecker

Joseph Christian Leyendecker (EEUU, 1874-1951) creó la imagen del dandi americano que luego se exportó a México a finales del siglo 19-inicios del veinte.

Esa imagen luego se asociaría, en México, con el dandi que rumiaba las urbes europeas, el decadente que se apostaba al margen de las sociedades para regodearse en la abyección y en la banalidad, en la sexualidad como estandarte de beligerancia y en una suerte de disidencia que tenía de cultural, sexual, social e histórico todo lo que el movimiento queer tiene ahora de teórico. Los "afrancesados, maricones, burgueses" que Diego Rivera injurió desde sus posturas artísticas son, entre otros, esos participantes de la escena cultural de principios del siglo veinte que ni si adhieron, en toda su extensión, a la agenda nacionalista del México posrevolucionario y que adoptaron una imagen europea, moderna, introspectica. Unos dandis.

Justo como esos que en otro país, pero al mismo tiempo, Leyendecker construyó a imagen y semejanza de Charles Beach, su amante y pareja.




Saturday, October 23, 2010

arte: ¿gabo leyó a foucault?

Abrió la maletita de Sierva María y puso las cosas una por una sobre la mesa. Las conoció, las olió con un deseo ávido del cuerpo, las amó, y habló con ellas en hexámetros obscenos, hasta que no pudo más. Entonces se desnudó el torso, sacó de la gaveta del mesón de trabajo la disciplina de hierro que nunca se había atrevido a tocar, y empezó a flagelarse con un odio insaciable que no había de darle tregua hasta extirpar en sus entrañas hasta el último vestigio de Sierva María. El obispo, que había quedado pendiente de él, lo encontró revolcándose en un lodazal de sangre y de lágrimas.
"Es el demonio, padre mío", le dijo Delaura. "El más terrible de todos".

Del amor y otros demonios, Gabriel García Márquez (1994), pp161-162



VERSUS



Desaparece, pues, en los comienzos del siglo XX, el gran espectáculo de la pena física, se disimula el cuerpo supliciado y se excluye del castigo el aparato teatral del sufrimiento. Se entra en la era de la sobriedad punitiva...Los mecanismos del castigo adquieren entonces un nuevo tipo de funcionamiento, el proceso se halla lejos de haber concluido...ya no se trata del cuerpo, es el alma.

Vigilar y Castigar, Michel Foucault (1976), pp 23-27.

Friday, October 22, 2010

arte: paul thek


Al rumiar las páginas de arte del New York Times, tropecé con un genial artículo sobre Paul Thek, uno de esos artistas americanos que hicieron de su vida y el arte todo aquéllo que las décadas de las 60s, 70s y 80s les permitieron. Artistic debauchery.



Monday, October 18, 2010

arte: hermodius & aristogiton

Al buscar información rápida en Google sobre el mito griego de Hermodión y Aristogíton, el buscador arrojó una cantidad impensable de imágenes de obras de arte inspiradas en esta historia de amor trágico. Sonreí.

La curaduría se me antojó deliciosa. El escultor griego Critios, una fotografía del siglo diecinueve y una alusión contemporánea a la pareja griega se me antojaron apropiadas:






Sunday, September 12, 2010

arte: rené peña

Me tropecé con el trabajo de René Peña una mañana de sol abrazante en La Habana, a la salida del Museo Nacional de Bellas Artes, a la sombra de un árbol, rodeado de cubanos que discutían sobre baseball y otros tantos que, en afán de obtener mi atención, me aventaban los ojos y una que otra sonrisa que bien supe corresponder.

De la serie White things, René Peña me dejó una ansiedad tremenda.


No sé si es la luz, el cuerpo o los objetos. Agreden.



Inmediatamente, pensé en la violencia de Mapplethorpe, Cadmus, Genet...


...en la fetichización del cuerpo negro...



...en la esclavitud de la mirada...¿de quién? La nuestra; ellos son cuerpos libres.


Images by René Peña,
de la serie White Things.



Monday, September 6, 2010

arte: my sagat

Lo están llamando the muse for the post-porn queer world: Es actor porno, fotógrafo, diseñador, ícono de la reciente comunidad queer que construye y desestabiliza configuraciones de masculinidad.

...y el único culpable de mi reciente intrusión en el surrealista y provocador terreno de los Porn Studies (God bless Linda Williams!):


Gustave Caillebotte, Homme au bain,
1884.

Christophe Honoré, Homme au bain (Film), 2009.





Y este es esencial:

Wednesday, September 1, 2010

facto: regresando de cuba





"...a cada rato me pregunto por qué en este país hablamos tanto de sexo, y pienso que es porque, de todos modos, es el momento en que somos más libres, es algo que haces sólo para ti mismo y para otro."


Personally, after having just been to Cuba for the second time, nothing seems more truthful than that single statement.



Cita de En el cielo con diamantes,
de Senel Paz, p. 359.

Fotos, Adrián y Míchel en Varadero
y La Habana, Agosto 2010.

Sunday, August 29, 2010

Wednesday, August 18, 2010

arte: plegaria de los huérfanos



Nosotros, Señor, los niños huérfanos y las niñas huérfanas de México te rogamos:

Déjanos gozar la plenitud de nuestra orfandad.

Nuestros padres murieron porque fue tu Voluntad. Nuestros padres nos abandonaron porque fue tu Voluntad. Porque Tú así lo quisiste, nuestras madres fueron violadas por desconocidos a los que nunca volvieron a ver, y ellas nos arrojaron a un basurero o nos dejaron a las puertas de un Templo.

Déjanos, Señor, honrar tu Divina Voluntad.

Es nuestro privilegio.

No nos entregues a la adopción de parejas del mismo sexo. Por mucho amor que piensen darnos.
Por mucho amor que, de verdad, nos den.

Preferimos el desamor del abandono.

Preferimos el desamor de la indiferencia.

Es nuestro privilegio.

Preferimos, a tener dos padres amorosos o dos madres amorosas, vivir como vinimos a este mundo: sin un solo padre, sin una sola madre. Preferimos, a tener el amor toda la vida de dos hombres o dos mujeres de buenas intenciones y buena alma, no tener el amor de nadie desde siempre y para siempre.

Preferimos el desamor de la orfandad.

Déjanos, Señor, la libertad de vivir como huérfanos en un orfanatorio. De vestir como huérfanos, el uniforme del orfanatorio. De comer, como huérfanos, la miserable comida del orfanatorio. De dormir, como huérfanos, en los multitudinarios dormitorios de los orfanatorios. Déjanos, Señor, que cuando lleguemos a los albores de nuestra adolescencia nos echen a la calle, como a todos los huérfanos, del orfanatorio.

Es nuestro privilegio.

Así honramos tu Divina Voluntad.

Déjanos, Señor, quedarnos sin estudios, crecer sin moral y sin religión, sin nadie a quien aprendamos a amar, sin nadie que nos enseñe a amarte.

Déjanos ser niños de la calle, hombres de la calle, mujeres de la calle.

Déjanos disfrazarnos de payasos y malabaristas para malganarnos la vida en las esquinas.

Déjanos ser franeleros toda la vida. Déjanos ser mendigos.

Es nuestro privilegio.

Déjanos dedicarnos a limpiar los parabrisas de los automóviles.

Déjanos ser presa fácil del crimen y de la droga, del alcohol.

Déjanos ser criminales. Déjanos ser ladrones y narcos.

Déjanos caer muertos a los veinte años de una sobredosis.

Déjanos morir de hambre en un callejón, déjanos ser asesinados en la flor de nuestra juventud.

Déjanos vivir parte de nuestra orfandad en las cárceles.

Es nuestro privilegio.

Danos la oportunidad, como se la diste a nuestros padres biológicos, de fundar hogares que podamos destruir para poder tener hijos que, con su orfandad, sean el espejo de la orfandad de sus padres y de sus madres, de su crueldad, de su irresponsabilidad, de su desapego.

Déjanos, Señor, prostituirnos a los doce, a los trece, a los catorce años.

Déjanos, Señor, ser las putitas y los putitos de los proxenetas.

Déjanos, Señor, ser pasto de los pederastas en las escuelas, en tus templos.

Pero no nos des por guía a dos mujeres, o a dos hombres, aunque todos sean, como nosotros, tus hijos, y todos, como nosotros, seres humanos. Por mucho amor que nos prometan. Por mucho amor que nos tengan. Y así nos colmen con alegrías y comprensión. Así nos dignifiquen como pobres criaturas de Dios y por mucho amor que tengan a ti mismo. No merecen nuestro amor recíproco porque no merecen, siquiera, el tuyo.

Preferimos el desamor de la ausencia. Preferimos el desamor del olvido.

Pero si es tu Divina Voluntad, Señor, darnos un hogar y arrancarnos así el privilegio de no haberlo tenido, Señor, haz que las buenas familias cristianas de México que ya tienen hijos, nos adopten; haz que todas las parejas sin hijos de México, nos adopten. A todos, Señor. Cualquiera sea el color de nuestra piel. Así seamos blancos o indios, negros. Así estemos ciegos, o cojos, o mudos. Tú, si te lo propones, Señor, puedes hacerlo.

Diles a esas buenas familias cristianas que así aliviarán sus conciencias: evitándonos ser adoptados por parejas del mismo sexo.

No nos des dos padres o dos madres, Señor. Tú nos diste el frío de la ciudad y el silencio de la noche: los preferimos al calor de sus hogares y a la dulzura de sus palabras.

Y si nada de esto puedes hacer porque no lo quieres hacer, porque tu Divina y misteriosa e inescrutable Divina Voluntad se impone a tu Divina Omnipotencia, Señor, déjanos tranquilos.

Déjanos, así como nacimos parias, ser parias toda la vida para salvaguardar tu Voluntad. Déjanos crecer desprotegidos en el desamor de la intemperie, en la periferia de la sociedad, en el vacío del rechazo y el desdén.

Déjanos Tú, tú, el Señor sin cuya voluntad no se mueve la hoja de un árbol, déjanos, Señor, que como hojas nos arrastre el viento de la soledad y la derelicción.

Es nuestro privilegio: somos los privilegiados de la Tierra porque sabemos que, gracias a tu infinita Misericordia, le has prometido, a aquellos que en esta vida habitan un infierno, que en la otra vida serán ciudadanos del Reino de los Cielos.

Gracias, Señor.

Fernando del Paso
Imagen: Raphael Neal

Sunday, August 15, 2010

arte: los apuntes

El Museo de Arte Carrillo Gil ha puesto a la venta una serie de apuntes sobre varias piezas clave de su colección permanente. Los realizadores de las fichas, de carácter didáctico, han cuidado que en la descripción y acercamiento de las obras se las permita entender a través de un lenguaje accesible. Los realizadores fueron alumnos de posgrado de historia del arte de universidades mexicanas (Ibero, UNAM...).

Muy recomendable...por la impresión de las imágenes, la presentación...y porque quienes participamos, somos rete buenos, ;)




Tuesday, August 10, 2010

arte: cuerpos románticos



Mis más recientes, y generales, reflexiones sobre las temáticas más socorridas del arte queer contemporáneo no están del todo fuera de lugar. Una reciente exposición neoyorquina anuncia la inauguración de una muestra en la que el narcisismo, la decadencia, el voyeurismo y el romanticismo hacia las imágenes de un estado de (im) pureza imperan.

La siguiente información es excesivamente inquietante:

"The internet age allows an entire generation to willingly broadcast its most personal moments to the world. Gone are the manufactured idols of Saturday morning television the broadcasted images of selected perfection - where the cool kid is the most lusted after. Today, anyone can be the star of the show. The short clips of overtly sexualized posturing or the half-naked bathroom snap shots are a dominant form of self-expression. The rise in access to all areas of what was once someone’s private life can be compared to the works in this exhibition - self portraiture, found image and the set piece snapshot. Quiet moments made suddenly very loud with the attitude and opinion of what it means to be a young male in an impossibly diverse world."

La curaduría es muy atractiva. Quizá más por las preguntas que nos hace preguntar que por la calidad o creatividad de las obras. Se trata de una exposición más sobre la diversidad de la representación adolescente/juvenil, esos narcisos, ganímedes y jacintos que siguen cimbrando la imaginación sexual del homosexual contemporáneo. Los cuerpos vírgenes, al menos en su aparente estado de gracia terrenal, y sexualizados. De nuevo objetos, pasivos.

Pero más allá de eso, me interesa eso de what it is to be a young male in an impossibly diverse world. Sí, yo me pregunto, what the hell do you mean by that?!

Habrá que pensar las implicaciones de esas preguntas en relación con las imágenes que se nos presentan. To be young? To be young? El curador dice que...voyeurismo, narcisismo, egoísmo. La entronización del cuerpo joven como un estado de gracia, de introspección, de sexualización casi inocua, angelical. El clasicismo de ciertas poses, la poética de ciertas composiciones quisieran legitimar, mediante presentación chic-alternativa-cool, una disidencia ya no tan beligerante sino más bien lírica, callada, personal y al mismo tiempo, empática.

Nuestros cuerpos se están romantizando...


Imágenes:
Fotografías de Jeff Hanh




Sunday, August 8, 2010

arte: fegalim oscurae

Omar Gámez, fotógrafo mexicano, realizó una serie de fotografías que publicó el año pasado en un libro titulado The Dark Book. Las imágenes recogen impresiones de aquellos sitios sórdidos, apelmazados de oscuridad y tentación, en que individuos anónimos buscan sexo, una caricia rápida, el contacto físico sin mayores consecuencias emocionales: Dark Rooms.

Las fotografías son reveladoras a pesar de la poca luz que las ilumina. Los cuartos oscuros, los cuerpos esperando como obstáculos, los ojos en las manos; en ellas, el fotógrafo esconde todo el poder de la mirada. Uno tiene que discernir para excitarse, leer las siluetas para enterarse, acostumbrarse a la penumbra para ver, tocar, participar. Uno está allí, en esa oscuridad, gracias a la efectividad de la casi-abstracción fotográfica. Las fotografías son, además, maravillosas porque prometen un diálogo con una identidad que se borra, que se escapa, que es puro cuerpo, apenas un bosquejo entre el amasijo de etiquetas de la posmodernidad; son ventanas al mundo queer, desde su acepción más general, aquélla que puede abarcar hasta a los heterosexuales.

Estas imágenes vinieron a mi mente cuando estaba leyendo Faggots de Larry Kramer. El autor hace una descripción magistral de la experiencia de uno de sus personajes en un cuarto oscuro, que me ubicó en tiempo y en espacio frente a las imágenes de Omar Gámez. Aquí un extracto:


"Rancid and ratty would best describe the atmosphere of the Everhard Baths at this prime hour. In this outpost of civilized behavior and democracy in action, the redolent smell combined the distinct odors of popper, dope, spit, shit, piss, and a bevy of lubricants..."

"...Earlier arrivals, the younger ones at any rate, in good physical shape and desirable, would by now have ejaculated in some manner or other, approximately three to six times, while older soldiers, passing walled moans and groans, would by now have received approximately forty-nine rejections as they heaved pasty white frames from cubicle to cubicle, reached out exploratory fingers of hope to inhospitable cocks, listened for anticipated "I don´t think so"s, "Get out"'s, or more polite "I am resting"s...


Y es que Kramer escribió un libro estupendo. El arcoiris de personajes que lo atraviesa es abrumante; cada uno tiene filias particulares, cada uno grita y llora, fornica y besa de manera despiadada como teniendo la certidumbre de que el mundo nunca se va a acabar, de que lo inmoral es enternecedor y de que el presente no dura más allá del efecto del sicotrópico en turno.

Kramer lo escribió antes de la aparición del SIDA que arrasó con tantas vidas en Nueva York. Y quizá lo intuyó, y si no fue así merece ser canonizado, porque creó a Fred Lemish, el único personaje que busca el amor allí entre los sudores, las eyaculaciones, la pornografía, el glamor. Lemish reclama que los homosexuales nos estamos consumiendo:

"We have the ultimate in freedom -we have absolutely no responsibilities! - and we're abusing it. My sister-in-law does not speak to me, not because I'm a faggot, to which news she is now adjusted, as am I, but because she says I'm a coward, I'm not in there pitching to make this world a better place...I am not relating to anyone succesfully, I'm not proving to the world or to myself that I know what to do with this freedom...But when I look around me, all I see is fucking. All we do is fuck. With dildoes and gallows and in the bushes and on the streets..."

Sin caer en elementalismos, Kramer dibuja a un Lemish que es atractivo tanto como lo queramos ver. Con idiosincracias y compulsiones, Lemish respira a través de las páginas. Es soñador, paranoico, compulsivo, ingenuo e inteligente. Es un buen tipo que le grita a su pareja, a pesar de la indiferencia del otro:

"...why do faggots have to fuck so fucking much?!...it's as if we don't have anything else to do...I'm tired of using my body as a faceless thing to lure another faceless thing, I want to love a Person!, I want to go out and live in that world with that Person..."

Todos los otros personajes se desdibujan, o mejor dicho, se consolidan siempre que hay alrededor de ellos otros cuerpos desnudos, que son orificios, fluidos, tactos, drogos, sadomasoquistas, fist-fuckers y otras tantas bizarrerías. Lemish transita en los márgenes y en los centros, sin estar ajenos a los problemas y placeres de su tiempo, esperando encontrar that Person. La moraleja es clara y contundente, y se vuelve aún más una vez que la epidemia del SIDA entra en escena años más tarde y trastorna las mentes, las actitudes, las costumbres, las formas, las relaciones. Por eso, por querer desgenitalizar la homosexualidad, por querer buscar en ella un espectro más amplio donde la filosofía, la participación, la comunión (fuera de toda religiosidad inmediata) provoquen en el individuo un cambio para sí y para el lugar en el que viven, es que Kramer y Faggots merecen toda mi pleitesía.

"Having so much sex made having love impossible"



Imágenes de:
Omar Gámez, The Dark Book, 2009.
www.omargamez.com

Sunday, August 1, 2010

arte: maurice


Dry

Cheesy

In-the-closet

Love has never proven easy for our folk

Rich in allegories, in innuendos although slightly erotic. Ripe with social criticism, queer theory & class-aware commentary on 19th century England.

Scandalous for its time. A pleasure to read.

facto: la adopción

Sunday, July 18, 2010

arte: de Sabines

Hay horas, horas, horas, en que estás tan ausente
que todo te lo digo.


de Jaime Sabines, Sitio de Amor

arte: desnudo


Romuald Chojnacki, Homme nu debout, 1843



Friday, July 9, 2010

facto: it is useless to look back

Que comience el duelo
(Ça vient à quinze heures,
sous la forme de la langueur
)

Me dicen las cosas que lo quiero porque no lo tengo
las autopistas, las aduanas, los amigos, el amor
It is useless to look back

Voy a llorar en seco, dejar de mirar la luz por la ventana, detener el hervor del café
y la fluidez de la nostalgia, esa puta a cuatro patas;
que mueran los amantes lejanos, las nuevas tecnologías y los poemas de los extraños,
que se me niegue el amor en las horas soñolientas, en la tibieza de la cama, en la perfecta curvatura de mi espalda,
que me llegue la hora de lamentar, de arrepentirme con violencia, de suplicarle en silencio que me olvide
porque soy uno más de los destinados a los amores breves...

Monday, June 28, 2010

arte: adam dallos

Desde Hungría, Adam Dallos y sus desnudos masculinos:


Una palabra: épatante










http://adamdallos.com/



Monday, June 21, 2010

arte: warhol


Unas joyitas warholianas que me encontré en la web:

Andy Warhol (1928 - 1987)
Sex Parts, 1978
6 Silk screen prints on paper, 31" x 23", (10 of 30)
Leslie-Lohman Gallery Collection
© 2002 Andy Warhol Foundation for Visual Arts/Artist's Rights Society (ARS)









"Las diferencias entre erotismo y pornografía pueden ser sutiles, de grado, pero se puede plantear que la especificidad de la pornografía, en su accionar mecánico y serial, radica en su ámbito de circulación como objeto básicamente mercantilista de la sexualidad, donde los sujetos son apreciados como meros objetos de goce, sin hacer énfasis en los rasgos de su personalidad..."

Algo hay de cierto.