
Wednesday, December 22, 2010
arte: the museum of innocence

Sunday, December 19, 2010
SIN TÍTULO
¿Lo oyes? Ese ruidito que se levanta por encima del paso de los autos, que sobrevive al rugido de los aviones. Viene del fondo. Nos ha quitado el sueño. Seguro es él, de nuevo. Debe estar junto a la ventana, mirando sin ver, fumando el último cigarrillo de la noche, apestando el silencio con el olor rancio del vicio. Otra vez el ruidito. Te digo que no estoy loco; son como piedritas descomponiéndome la noche, todas en una caja de cartón, azotadas con cuidado. Es él, es el amor de un hombre. Yo le conozco todos sus gestos, cada uno de los movimientos de su rostro y cada palabra que no dice. Mira. No hace mucho que debió haberse levantado; es de huesos ligeros a pesar de los músculos amplios. Ni siquiera cuando corre aprisa se le advierte, menos cuando se escurre sigiloso fuera de la cama a mitad de la madrugada. Se levantó para fumar dos cigarrillos: uno para terminar de despertarse y otro para volverse a dormir. Por la forma en que ahora fuma, debe estar terminando el primero. Mira. Va a jalar la silla para sentarse junto a la claridad del farol que se cuela por la ventana. Se dirige al baño sin hurgar, por lo menos de reojo, si sigo vivo aquí en la cama. No, no voy a abrir los ojos, no voy a buscarlo con ellos ni me voy a mover. Lo conozco bien. Duerme desnudo, siempre del lado derecho de la cama, de brazos o piernas cruzadas, a veces en posición fetal, con la eterna cajetilla de Delicados en el piso, al alcance de su mano, sin roncar, apenas una respiración acompasada. ¿Anda en bóxer? Debió ponérselo cuando se levantó. Los deja al lado de sus Delicados, es la segunda cosa que buscan sus manos cuando se levanta y también la última cuando se echa a dormir. Te lo digo yo que he escuchado ese ruido todo este tiempo; no está de buen humor. ¿Lo oyes? ¿el ruidito? Ahora viene del baño, por encima del chorro lánguido de sus riñones. Es breve, a veces como la estática de la televisión después de las cuatro a. m., ¡como las piedritas en la caja de cartón, pues! Ni siquiera cuando orina deja de fumar. Me gustaría abrir los ojos y verle la espalda desde aquí, extender la mano y jugar con la mansedumbre de sus huesos, alborotarle las cosquillas, redibujar con la lengua y mi saliva ácida el tatuaje de San Judas Tadeo debajo de su hombro izquierdo. Ser sus dedos en el acto de orinar o el cigarrillo. ¿Tiró la colilla por el excusado? Tardó más que de costumbre. ¿Por qué no jala la palanca? ¿qué tanto ve en el espejo? Esos ojos amplios, menguados, que me hacen perder la voz. ¿Se arregla la barba desalmada o se deshace la espinilla impertinente en la punta de la nariz? No, no me digas. Ya no quiero saber nada, es mejor así. Me basta con saber que ahora regresa a la ventana, a la silla, al claro de luz. Esculca con una mano entre sus genitales, como si los sopesara, como si ese acto provocador le espantara el frío que empieza a sentir. Suspira. La calle yace al fondo como una fotografía en blanco y negro; hay autos, perros que ladran a las ratas sin que éstas se sientan aludidas, un enorme vacío de concreto y ruido, unas ganas de aventarse en él y que te lloren todos los que te quieren. Ha prendido el segundo cigarro. Siempre he pensado que la lumbre instantánea de un encendedor en la oscuridad es mal augurio. Anuncia que allí hay fuego, que allí hay calor para repartir, un hombre que puede regalar uno o dos cigarrillos; y un hombre que comparte ese tipo de cosas, termina por dejarse ir él mismo. Dicen mis amigos que las mejores cogidas que han tenido empezaron por la pedida de un cigarrillo. ¡Y a mí que no me gusta fumar! ¡Caray! ¿Lo oyes otra vez? Es el tabaco consumiéndose en sus labios, es el ruidito del fuego abrazante, la muerte escandalosa del cigarrillo anunciándome la inminencia de su amor. Te lo dije, ese ruidito es perpetuo. Es el único anuncio que lo precede, la única manera de quedarse contigo en la penumbra, en la memoria. Ya no tiene caso seguir con los ojos cerrados. Ahora recorrerá con sus manos la suavidad de su torso, jugará con la punta de sus pezones mientras piensa en los perros que ladran, en las ratas que pasan, en la noche azul y sin tiniebla. No hay manera de escapar de su imperio; sabe que lo estoy viendo sin mirarlo, que lo estaba soñando en otro tiempo, de coca cola y brandy en las rocas, de abrazos y cariñitos desmedidos, poseyéndome como se poseen los lujuriosos, sin recato y con improperios a Dios. Ya viene. Escucha. Es su voz de acordeón. Se va a alzar sobre el ruidito de la ceniza quemándose cerca de su boca, sobre la oscuridad espesa de las madrugadas en los hoteles de noventa pesos la noche, sobre la ambulancia lejana trasladando muertos que nadie llora, sobre el orgasmo ilegítimo de la puta del cuarto de al lado, sobre el ajetreo de este corazón que amenaza con hacerme vomitar. No, no te vayas. Quédate ahí donde estás. No hables. Mira. Ha dejado de acariciarse el torso. Se lleva una mano a la boca para detener con sutilidad el cigarrillo casi extinto. Se pone de pie. Se rasca la nalga derecha, cierra la cortina y se queda parado frente a la cama. Va a decir mi nombre.
(Silencio)
- Lázaro – dice como un murmullo. Tembleque, alcanzo apenas a pujar.
- Lázaro – vuelve a decir. Y es su voz como una bolsa de papel arrugándose.
- Lázaro – quiere gritar pero yo despierto, frotándome los ojos, emitiendo un sonido más parecido a los niños huyendo de una pesadilla. Aquí estoy, digo.
Él se sube a la cama. Avanza hacia mí sobre sus rodillas, robando la sábana que me protege el cuerpo. Se sienta sobre sus piernas, de frente a mi rostro, y me acaricia la barbilla con una mano. Despacio, dos veces, tres veces.
- ¿Qué estabas soñando? – pregunta, y sonríe chiquito, tan chiquito que ni el rojo del tabaco ardiendo la logra registrar. Pero yo lo conozco. Esto ya lo he visto, te lo juro.
- Nada.
- Nel. Estabas soñando intenso. Suspirabas y gemías, entrecortado.
Libera la otra mano del cigarrillo y me abre con sus dedos, tibios y tóxicos, los ojos. Mira en ellos; quiere encontrar el rastro de los sueños recién soñados, arrumbados en una esquina, la más próxima a la nariz, justo atrás de las primeras lagañas, “allí están para que los leas”, le dijo su madre.
- ¿Qué estabas soñando? – vuelve a inquirir.
- Soñaba con orquídeas blancas – miento.
- No. Eso no es.
- Y con el tren que avanza sin rieles sobre el mar de…
- Tampoco. Eso fue la semana pasada. ¿Qué estabas soñando?
Es el chillido de una cama. El cuerpo de una mujer siendo usado por un hombre del que no recordará su cara. Es el gorgoriteo de su garganta, atragantándose, o el espasmo de sus muslos abiertos, en su propia carne, la soledad de su sonrisa acariciando los billetes y que no sabe donde guardar. Cualquier sitio es más seguro que los pliegues entre sus senos. Es todo, todo es ruido. Todo se cae encima para dramatizar, como en las novelas, el momento aquél en que con los ojos abiertos a la fuerza, respirando el humo apestoso de unos Delicados, él me pregunta qué chingados estaba soñando.
- Soñaba con coca cola y brandy en las rocas – digo, negándole la mirada.
- Si a ti no te gusta el brandy – replica, entrecerrando los ojos.
- Así son los sueños – anuncio -, ni quien los entienda.
- Pero hay algo más. ¿Qué estabas soñando?
- Soñaba contigo – le sujeto la canica de los ojos con dos movimientos de párpados. Mis manos se adhieren a sus rodillas, buscan su entrepierna.
Él suelta mi rostro. Exhala humo gris, casi azul. Observa detenidamente la colilla de su cigarro. Ríe. Carraspea. Se limpia los labios con el dorsal de la mano derecha. Mira el dorsal de su mano derecha y la limpia rápidamente con las sábanas. Me besa. Es un beso certero, húmedo, agridulce. Siento su lengua trasegar el umbral de mi cerebro, meterse en los recovecos de una memoria pedregosa y afligida, derribar soledades apiladas en la esquina del nervio óptico. Siento sus dientes chocar contra los míos, producir ese ruido desquiciante, morder con la punta de los caninos el extremo opuesto del placer que nunca me dejará sentir, que siempre habrá de negarme porque su mano izquierda, la única mano que tiene libre para terminar de atormentarme está extinguiendo la lumbre de su cigarrillo con el sudor de mi espalda desnuda, con la piel que arde como picadura de serpiente. Allí está de nuevo. El ruidito que se levanta por sobre todas las cosas para morirse en algún sitio de mi espalda, para clavarse allí como un cuchillo ardiente que él gira y aplasta, con premeditación, con toda la fuerza de sus dedos largos. Y yo no puedo liberarme. Secuestrado por la violencia del beso, apenas ladeo la espalda, tenso los hombros. Algo en algún lugar del cuerpo empieza a dolerme.
Él me deja la boca en paz.
- Lázaro – musita.
Ya no hay lágrimas, ni quejidos. Ya casi se acaba la mañana.
Thursday, December 2, 2010
arte: let's toast for the douchebags
"Runaway" is the second single from American rapper Kanye West's fifth studio album, My Beautiful Dark Twisted Fantasy. The song features rapper Pusha T of Clipse.
A 35-minute short film directed by West accompanies the song which also serves as the song's music video. The film premiered on October 23, 2010. The film has four versions: the full-length film, a one minute-shorter clean version, the video version which is an excerpt of the film that matches the length of the song, and the extended video version which is nearly double the length of the video version.
Just delicious...
Tuesday, November 23, 2010
arte: ramin haerizadeh
Fotografía o diseño gráfico...
"In Men Of Allah (05) Haerizadeh reworks the codes of gender, body, and sexuality. Intimately grouped and provocatively posed, the figures gather in a perverse harem; their bodies mutating in contorted forms, neither male nor female, but something much more epicurean and exotic. Haerizadeh approaches his photos with the luxuriance of painting, allowing the rich tones and textures to carry the image into near abstraction. The angular layered segments of his digital alterations create a reference to cubism, while the folded and mutated skin mirrors the drapery effect of the sumptuous clothes."

"One of the key characteristics of Taaziye theatre is that plays are performed exclusively by men, even the lead female roles; in Iran women are discouraged from entering the acting profession. Casting himself in the place of every character, Haerizadeh uses his self-portrait as a means of social critique. Adopting the roles of both villains and victims, Haerizadeh’s bearded face becomes an uncomfortable mediator, transgressing gender, political, and religious boundaries through his highly sensuous images."
Texto e imágenes de Saatchi Gallery.
Sunday, November 21, 2010
arte: copi

Odié el librito. Cada página, cada diálogo, cada salto narrativo (que probablemente obedezca a las formas periodísticas que vieron las primeras luces de la historia). Es una guerra acérrima entre maricones franceses socialistas, enemigos de la burguesía parisina y la intelectualidad de izquierda, y un grupo de hermafroditas amazonas que hace el mundo añicos a base de bombas nucleares y estrategias de rebeldía espontánea que no encuentran en el texto la verosimilitud necesaria para sustentar lo absurdo y lo divertido que pueda tener la historia.
En muchas ocasiones, me encontré leyendo los raving and rantings de un militante de la más pura beligerencia homosexual que avoca por la destrucción total de todas las taxonomías socio-culturales y económicas de la Sociedad; una diatriba de provocación, de resistencia e identificación con prácticas sexuales marginales aun dentro de las comunidades lgbt que no pasó de ser más que un buen esfuerzo de ironía y sobredosis psicotrópica. Es una pésima adaptación de La Guerra de los Mundos de H. G. Wells y un odioso acercamiento a las nuevas corrientes teórico-filosóficas que, por su parte, proveen a los movimientos de liberación homosexual de herramientas serias hacia el entendimiento de las identidades y conductas. La muerte de Michel Foucault en manos de Venecio da Luna junto con una docena más de intelectuales queer es un acto simbólico poco explotado que el autor deja de lado para ahondar en los detalles de la relación sadomasoquista entre el protagonista y Conceicao do Mundo, la amazona hermafrodita que, en una analogía temprana del Quinto Elemento, es la figura que inicia y culmina la empresa de la creación de un nuevo orden sexual y cultural.
Los diálogos son malísimos. No hay construcción de espacios, de tiempos, de personajes. Sólo un intento fallido de provocarme, y espero que lo haya logrado tras su aparición. Lo único memorable es el siguiente pasaje:
Thursday, November 18, 2010
Wednesday, November 17, 2010
facto: lewis carroll

Hace poco terminé de leer Alice in Wonderland / Through the looking glass de Lewis Carroll. Al mismo tiempo pensaba en la posibilidad de la errancia, en esos momentos que de pronto a uno le llegan como una brisita de aire y lo asaltan (hasta parece que se aparecen debajo de la cama o en el momento de abrir la puerta de la propia casa).
Sería genial, pensé, enfilarse a otro mundo, así como Alicia, pero con la certidumbre de que el regreso no será tan inminente. Sin la seguridad de nada más que la del lugar donde uno se dirige. Y comencé a abrir los ojos, a aventarlos a aquellos tiempos en Bélgica, en España, en Gringolandia. Tuve ganas de partir, de volver a hacer maletas. De "quemar las naves", como dicen por allí.
Y así, de pronto, Carroll me volvió a la realidad. No sé ni cómo ni cuándo, pero asumí la inexistencia del significant other, y con toda la calma del mundo, me vi aquí, entre el cemento de esta gran ciudad, buscando lo inencontrable.
Sunday, November 14, 2010
Saturday, November 6, 2010
arte: rosa beltrán
Sunday, October 31, 2010
arte: leyendecker
Esa imagen luego se asociaría, en México, con el dandi que rumiaba las urbes europeas, el decadente que se apostaba al margen de las sociedades para regodearse en la abyección y en la banalidad, en la sexualidad como estandarte de beligerancia y en una suerte de disidencia que tenía de cultural, sexual, social e histórico todo lo que el movimiento queer tiene ahora de teórico. Los "afrancesados, maricones, burgueses" que Diego Rivera injurió desde sus posturas artísticas son, entre otros, esos participantes de la escena cultural de principios del siglo veinte que ni si adhieron, en toda su extensión, a la agenda nacionalista del México posrevolucionario y que adoptaron una imagen europea, moderna, introspectica. Unos dandis.
Justo como esos que en otro país, pero al mismo tiempo, Leyendecker construyó a imagen y semejanza de Charles Beach, su amante y pareja.



Saturday, October 23, 2010
arte: ¿gabo leyó a foucault?

VERSUS
Vigilar y Castigar, Michel Foucault (1976), pp 23-27.
Friday, October 22, 2010
arte: paul thek


Monday, October 18, 2010
arte: hermodius & aristogiton
La curaduría se me antojó deliciosa. El escultor griego Critios, una fotografía del siglo diecinueve y una alusión contemporánea a la pareja griega se me antojaron apropiadas:



Sunday, September 12, 2010
arte: rené peña
De la serie White things, René Peña me dejó una ansiedad tremenda.

No sé si es la luz, el cuerpo o los objetos. Agreden.

Inmediatamente, pensé en la violencia de Mapplethorpe, Cadmus, Genet...

...en la fetichización del cuerpo negro...

...en la esclavitud de la mirada...¿de quién? La nuestra; ellos son cuerpos libres.

de la serie White Things.
Monday, September 6, 2010
arte: my sagat
Y este es esencial:
Wednesday, September 1, 2010
facto: regresando de cuba

de Senel Paz, p. 359.
Fotos, Adrián y Míchel en Varadero
y La Habana, Agosto 2010.
Sunday, August 29, 2010
Wednesday, August 18, 2010
arte: plegaria de los huérfanos

Nosotros, Señor, los niños huérfanos y las niñas huérfanas de México te rogamos:
Por mucho amor que, de verdad, nos den.
Sunday, August 15, 2010
arte: los apuntes
Muy recomendable...por la impresión de las imágenes, la presentación...y porque quienes participamos, somos rete buenos, ;)



Tuesday, August 10, 2010
arte: cuerpos románticos

La siguiente información es excesivamente inquietante:
Pero más allá de eso, me interesa eso de what it is to be a young male in an impossibly diverse world. Sí, yo me pregunto, what the hell do you mean by that?!

Nuestros cuerpos se están romantizando...

Fotografías de Jeff Hanh
Sunday, August 8, 2010
arte: fegalim oscurae
Las fotografías son reveladoras a pesar de la poca luz que las ilumina. Los cuartos oscuros, los cuerpos esperando como obstáculos, los ojos en las manos; en ellas, el fotógrafo esconde todo el poder de la mirada. Uno tiene que discernir para excitarse, leer las siluetas para enterarse, acostumbrarse a la penumbra para ver, tocar, participar. Uno está allí, en esa oscuridad, gracias a la efectividad de la casi-abstracción fotográfica. Las fotografías son, además, maravillosas porque prometen un diálogo con una identidad que se borra, que se escapa, que es puro cuerpo, apenas un bosquejo entre el amasijo de etiquetas de la posmodernidad; son ventanas al mundo queer, desde su acepción más general, aquélla que puede abarcar hasta a los heterosexuales.
Estas imágenes vinieron a mi mente cuando estaba leyendo Faggots de Larry Kramer. El autor hace una descripción magistral de la experiencia de uno de sus personajes en un cuarto oscuro, que me ubicó en tiempo y en espacio frente a las imágenes de Omar Gámez. Aquí un extracto:




Y es que Kramer escribió un libro estupendo. El arcoiris de personajes que lo atraviesa es abrumante; cada uno tiene filias particulares, cada uno grita y llora, fornica y besa de manera despiadada como teniendo la certidumbre de que el mundo nunca se va a acabar, de que lo inmoral es enternecedor y de que el presente no dura más allá del efecto del sicotrópico en turno.

"...why do faggots have to fuck so fucking much?!...it's as if we don't have anything else to do...I'm tired of using my body as a faceless thing to lure another faceless thing, I want to love a Person!, I want to go out and live in that world with that Person..."
Todos los otros personajes se desdibujan, o mejor dicho, se consolidan siempre que hay alrededor de ellos otros cuerpos desnudos, que son orificios, fluidos, tactos, drogos, sadomasoquistas, fist-fuckers y otras tantas bizarrerías. Lemish transita en los márgenes y en los centros, sin estar ajenos a los problemas y placeres de su tiempo, esperando encontrar that Person. La moraleja es clara y contundente, y se vuelve aún más una vez que la epidemia del SIDA entra en escena años más tarde y trastorna las mentes, las actitudes, las costumbres, las formas, las relaciones. Por eso, por querer desgenitalizar la homosexualidad, por querer buscar en ella un espectro más amplio donde la filosofía, la participación, la comunión (fuera de toda religiosidad inmediata) provoquen en el individuo un cambio para sí y para el lugar en el que viven, es que Kramer y Faggots merecen toda mi pleitesía.
Sunday, August 1, 2010
arte: maurice
Sunday, July 18, 2010
arte: de Sabines
que todo te lo digo.
Friday, July 9, 2010
facto: it is useless to look back
(Ça vient à quinze heures,
sous la forme de la langueur)
Me dicen las cosas que lo quiero porque no lo tengo
las autopistas, las aduanas, los amigos, el amor
It is useless to look back
Voy a llorar en seco, dejar de mirar la luz por la ventana, detener el hervor del café
y la fluidez de la nostalgia, esa puta a cuatro patas;
que mueran los amantes lejanos, las nuevas tecnologías y los poemas de los extraños,
que se me niegue el amor en las horas soñolientas, en la tibieza de la cama, en la perfecta curvatura de mi espalda,
que me llegue la hora de lamentar, de arrepentirme con violencia, de suplicarle en silencio que me olvide
porque soy uno más de los destinados a los amores breves...
Monday, June 28, 2010
Monday, June 21, 2010
arte: warhol
Unas joyitas warholianas que me encontré en la web:
Sex Parts, 1978
6 Silk screen prints on paper, 31" x 23", (10 of 30)
Leslie-Lohman Gallery Collection
© 2002 Andy Warhol Foundation for Visual Arts/Artist's Rights Society (ARS)






Algo hay de cierto.