Sunday, November 21, 2010

arte: copi



Escrita entre 1979 y 1982, La Guerra de las Mariconas del escritor argentino Copi (Raúl Natalio Roque Damonte) es un texto que quizá en su momento fue revolucionario. No conozco la respuesta crítica a la historia; la nota de la traductora menciona que antes de aparecer en forma de libro, La Guerra de las Mariconas se entregó en periódicos. Fue originalmente escrita en francés y en su versión en español hace uso del lunfardo, que supuestamente Copi nunca dejó de enarbolar.

Odié el librito. Cada página, cada diálogo, cada salto narrativo (que probablemente obedezca a las formas periodísticas que vieron las primeras luces de la historia). Es una guerra acérrima entre maricones franceses socialistas, enemigos de la burguesía parisina y la intelectualidad de izquierda, y un grupo de hermafroditas amazonas que hace el mundo añicos a base de bombas nucleares y estrategias de rebeldía espontánea que no encuentran en el texto la verosimilitud necesaria para sustentar lo absurdo y lo divertido que pueda tener la historia.

En muchas ocasiones, me encontré leyendo los raving and rantings de un militante de la más pura beligerencia homosexual que avoca por la destrucción total de todas las taxonomías socio-culturales y económicas de la Sociedad; una diatriba de provocación, de resistencia e identificación con prácticas sexuales marginales aun dentro de las comunidades lgbt que no pasó de ser más que un buen esfuerzo de ironía y sobredosis psicotrópica. Es una pésima adaptación de La Guerra de los Mundos de H. G. Wells y un odioso acercamiento a las nuevas corrientes teórico-filosóficas que, por su parte, proveen a los movimientos de liberación homosexual de herramientas serias hacia el entendimiento de las identidades y conductas. La muerte de Michel Foucault en manos de Venecio da Luna junto con una docena más de intelectuales queer es un acto simbólico poco explotado que el autor deja de lado para ahondar en los detalles de la relación sadomasoquista entre el protagonista y Conceicao do Mundo, la amazona hermafrodita que, en una analogía temprana del Quinto Elemento, es la figura que inicia y culmina la empresa de la creación de un nuevo orden sexual y cultural.

Los diálogos son malísimos. No hay construcción de espacios, de tiempos, de personajes. Sólo un intento fallido de provocarme, y espero que lo haya logrado tras su aparición. Lo único memorable es el siguiente pasaje:

El placer es como el nacimiento o como la muerte, nos ocurre una sola vez, pero al nacimiento lo olvidamos y a la muerte la ignoramos; el placer es ese único instante de éxtasis cuyo recuerdo o ilusión nos mantiene vivos. Nos ocurre solamente una vez. El resto de la existencia, antes y después, es tan sólo una reflexión al respecto. Es ridículo pero es así, para los putos y para los demás. Creemos amar a una sóla persona pero de hecho solamente amamos ese flash de placer, quizás como los católicos aman la crucifixión de Cristo.

...al que, por cierto, el autor no vuelve, como si el poder de las ideas e imágenes que hilvana, nunca se hubiera manifestado.


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