Sunday, August 29, 2010

Wednesday, August 18, 2010

arte: plegaria de los huérfanos



Nosotros, Señor, los niños huérfanos y las niñas huérfanas de México te rogamos:

Déjanos gozar la plenitud de nuestra orfandad.

Nuestros padres murieron porque fue tu Voluntad. Nuestros padres nos abandonaron porque fue tu Voluntad. Porque Tú así lo quisiste, nuestras madres fueron violadas por desconocidos a los que nunca volvieron a ver, y ellas nos arrojaron a un basurero o nos dejaron a las puertas de un Templo.

Déjanos, Señor, honrar tu Divina Voluntad.

Es nuestro privilegio.

No nos entregues a la adopción de parejas del mismo sexo. Por mucho amor que piensen darnos.
Por mucho amor que, de verdad, nos den.

Preferimos el desamor del abandono.

Preferimos el desamor de la indiferencia.

Es nuestro privilegio.

Preferimos, a tener dos padres amorosos o dos madres amorosas, vivir como vinimos a este mundo: sin un solo padre, sin una sola madre. Preferimos, a tener el amor toda la vida de dos hombres o dos mujeres de buenas intenciones y buena alma, no tener el amor de nadie desde siempre y para siempre.

Preferimos el desamor de la orfandad.

Déjanos, Señor, la libertad de vivir como huérfanos en un orfanatorio. De vestir como huérfanos, el uniforme del orfanatorio. De comer, como huérfanos, la miserable comida del orfanatorio. De dormir, como huérfanos, en los multitudinarios dormitorios de los orfanatorios. Déjanos, Señor, que cuando lleguemos a los albores de nuestra adolescencia nos echen a la calle, como a todos los huérfanos, del orfanatorio.

Es nuestro privilegio.

Así honramos tu Divina Voluntad.

Déjanos, Señor, quedarnos sin estudios, crecer sin moral y sin religión, sin nadie a quien aprendamos a amar, sin nadie que nos enseñe a amarte.

Déjanos ser niños de la calle, hombres de la calle, mujeres de la calle.

Déjanos disfrazarnos de payasos y malabaristas para malganarnos la vida en las esquinas.

Déjanos ser franeleros toda la vida. Déjanos ser mendigos.

Es nuestro privilegio.

Déjanos dedicarnos a limpiar los parabrisas de los automóviles.

Déjanos ser presa fácil del crimen y de la droga, del alcohol.

Déjanos ser criminales. Déjanos ser ladrones y narcos.

Déjanos caer muertos a los veinte años de una sobredosis.

Déjanos morir de hambre en un callejón, déjanos ser asesinados en la flor de nuestra juventud.

Déjanos vivir parte de nuestra orfandad en las cárceles.

Es nuestro privilegio.

Danos la oportunidad, como se la diste a nuestros padres biológicos, de fundar hogares que podamos destruir para poder tener hijos que, con su orfandad, sean el espejo de la orfandad de sus padres y de sus madres, de su crueldad, de su irresponsabilidad, de su desapego.

Déjanos, Señor, prostituirnos a los doce, a los trece, a los catorce años.

Déjanos, Señor, ser las putitas y los putitos de los proxenetas.

Déjanos, Señor, ser pasto de los pederastas en las escuelas, en tus templos.

Pero no nos des por guía a dos mujeres, o a dos hombres, aunque todos sean, como nosotros, tus hijos, y todos, como nosotros, seres humanos. Por mucho amor que nos prometan. Por mucho amor que nos tengan. Y así nos colmen con alegrías y comprensión. Así nos dignifiquen como pobres criaturas de Dios y por mucho amor que tengan a ti mismo. No merecen nuestro amor recíproco porque no merecen, siquiera, el tuyo.

Preferimos el desamor de la ausencia. Preferimos el desamor del olvido.

Pero si es tu Divina Voluntad, Señor, darnos un hogar y arrancarnos así el privilegio de no haberlo tenido, Señor, haz que las buenas familias cristianas de México que ya tienen hijos, nos adopten; haz que todas las parejas sin hijos de México, nos adopten. A todos, Señor. Cualquiera sea el color de nuestra piel. Así seamos blancos o indios, negros. Así estemos ciegos, o cojos, o mudos. Tú, si te lo propones, Señor, puedes hacerlo.

Diles a esas buenas familias cristianas que así aliviarán sus conciencias: evitándonos ser adoptados por parejas del mismo sexo.

No nos des dos padres o dos madres, Señor. Tú nos diste el frío de la ciudad y el silencio de la noche: los preferimos al calor de sus hogares y a la dulzura de sus palabras.

Y si nada de esto puedes hacer porque no lo quieres hacer, porque tu Divina y misteriosa e inescrutable Divina Voluntad se impone a tu Divina Omnipotencia, Señor, déjanos tranquilos.

Déjanos, así como nacimos parias, ser parias toda la vida para salvaguardar tu Voluntad. Déjanos crecer desprotegidos en el desamor de la intemperie, en la periferia de la sociedad, en el vacío del rechazo y el desdén.

Déjanos Tú, tú, el Señor sin cuya voluntad no se mueve la hoja de un árbol, déjanos, Señor, que como hojas nos arrastre el viento de la soledad y la derelicción.

Es nuestro privilegio: somos los privilegiados de la Tierra porque sabemos que, gracias a tu infinita Misericordia, le has prometido, a aquellos que en esta vida habitan un infierno, que en la otra vida serán ciudadanos del Reino de los Cielos.

Gracias, Señor.

Fernando del Paso
Imagen: Raphael Neal

Sunday, August 15, 2010

arte: los apuntes

El Museo de Arte Carrillo Gil ha puesto a la venta una serie de apuntes sobre varias piezas clave de su colección permanente. Los realizadores de las fichas, de carácter didáctico, han cuidado que en la descripción y acercamiento de las obras se las permita entender a través de un lenguaje accesible. Los realizadores fueron alumnos de posgrado de historia del arte de universidades mexicanas (Ibero, UNAM...).

Muy recomendable...por la impresión de las imágenes, la presentación...y porque quienes participamos, somos rete buenos, ;)




Tuesday, August 10, 2010

arte: cuerpos románticos



Mis más recientes, y generales, reflexiones sobre las temáticas más socorridas del arte queer contemporáneo no están del todo fuera de lugar. Una reciente exposición neoyorquina anuncia la inauguración de una muestra en la que el narcisismo, la decadencia, el voyeurismo y el romanticismo hacia las imágenes de un estado de (im) pureza imperan.

La siguiente información es excesivamente inquietante:

"The internet age allows an entire generation to willingly broadcast its most personal moments to the world. Gone are the manufactured idols of Saturday morning television the broadcasted images of selected perfection - where the cool kid is the most lusted after. Today, anyone can be the star of the show. The short clips of overtly sexualized posturing or the half-naked bathroom snap shots are a dominant form of self-expression. The rise in access to all areas of what was once someone’s private life can be compared to the works in this exhibition - self portraiture, found image and the set piece snapshot. Quiet moments made suddenly very loud with the attitude and opinion of what it means to be a young male in an impossibly diverse world."

La curaduría es muy atractiva. Quizá más por las preguntas que nos hace preguntar que por la calidad o creatividad de las obras. Se trata de una exposición más sobre la diversidad de la representación adolescente/juvenil, esos narcisos, ganímedes y jacintos que siguen cimbrando la imaginación sexual del homosexual contemporáneo. Los cuerpos vírgenes, al menos en su aparente estado de gracia terrenal, y sexualizados. De nuevo objetos, pasivos.

Pero más allá de eso, me interesa eso de what it is to be a young male in an impossibly diverse world. Sí, yo me pregunto, what the hell do you mean by that?!

Habrá que pensar las implicaciones de esas preguntas en relación con las imágenes que se nos presentan. To be young? To be young? El curador dice que...voyeurismo, narcisismo, egoísmo. La entronización del cuerpo joven como un estado de gracia, de introspección, de sexualización casi inocua, angelical. El clasicismo de ciertas poses, la poética de ciertas composiciones quisieran legitimar, mediante presentación chic-alternativa-cool, una disidencia ya no tan beligerante sino más bien lírica, callada, personal y al mismo tiempo, empática.

Nuestros cuerpos se están romantizando...


Imágenes:
Fotografías de Jeff Hanh




Sunday, August 8, 2010

arte: fegalim oscurae

Omar Gámez, fotógrafo mexicano, realizó una serie de fotografías que publicó el año pasado en un libro titulado The Dark Book. Las imágenes recogen impresiones de aquellos sitios sórdidos, apelmazados de oscuridad y tentación, en que individuos anónimos buscan sexo, una caricia rápida, el contacto físico sin mayores consecuencias emocionales: Dark Rooms.

Las fotografías son reveladoras a pesar de la poca luz que las ilumina. Los cuartos oscuros, los cuerpos esperando como obstáculos, los ojos en las manos; en ellas, el fotógrafo esconde todo el poder de la mirada. Uno tiene que discernir para excitarse, leer las siluetas para enterarse, acostumbrarse a la penumbra para ver, tocar, participar. Uno está allí, en esa oscuridad, gracias a la efectividad de la casi-abstracción fotográfica. Las fotografías son, además, maravillosas porque prometen un diálogo con una identidad que se borra, que se escapa, que es puro cuerpo, apenas un bosquejo entre el amasijo de etiquetas de la posmodernidad; son ventanas al mundo queer, desde su acepción más general, aquélla que puede abarcar hasta a los heterosexuales.

Estas imágenes vinieron a mi mente cuando estaba leyendo Faggots de Larry Kramer. El autor hace una descripción magistral de la experiencia de uno de sus personajes en un cuarto oscuro, que me ubicó en tiempo y en espacio frente a las imágenes de Omar Gámez. Aquí un extracto:


"Rancid and ratty would best describe the atmosphere of the Everhard Baths at this prime hour. In this outpost of civilized behavior and democracy in action, the redolent smell combined the distinct odors of popper, dope, spit, shit, piss, and a bevy of lubricants..."

"...Earlier arrivals, the younger ones at any rate, in good physical shape and desirable, would by now have ejaculated in some manner or other, approximately three to six times, while older soldiers, passing walled moans and groans, would by now have received approximately forty-nine rejections as they heaved pasty white frames from cubicle to cubicle, reached out exploratory fingers of hope to inhospitable cocks, listened for anticipated "I don´t think so"s, "Get out"'s, or more polite "I am resting"s...


Y es que Kramer escribió un libro estupendo. El arcoiris de personajes que lo atraviesa es abrumante; cada uno tiene filias particulares, cada uno grita y llora, fornica y besa de manera despiadada como teniendo la certidumbre de que el mundo nunca se va a acabar, de que lo inmoral es enternecedor y de que el presente no dura más allá del efecto del sicotrópico en turno.

Kramer lo escribió antes de la aparición del SIDA que arrasó con tantas vidas en Nueva York. Y quizá lo intuyó, y si no fue así merece ser canonizado, porque creó a Fred Lemish, el único personaje que busca el amor allí entre los sudores, las eyaculaciones, la pornografía, el glamor. Lemish reclama que los homosexuales nos estamos consumiendo:

"We have the ultimate in freedom -we have absolutely no responsibilities! - and we're abusing it. My sister-in-law does not speak to me, not because I'm a faggot, to which news she is now adjusted, as am I, but because she says I'm a coward, I'm not in there pitching to make this world a better place...I am not relating to anyone succesfully, I'm not proving to the world or to myself that I know what to do with this freedom...But when I look around me, all I see is fucking. All we do is fuck. With dildoes and gallows and in the bushes and on the streets..."

Sin caer en elementalismos, Kramer dibuja a un Lemish que es atractivo tanto como lo queramos ver. Con idiosincracias y compulsiones, Lemish respira a través de las páginas. Es soñador, paranoico, compulsivo, ingenuo e inteligente. Es un buen tipo que le grita a su pareja, a pesar de la indiferencia del otro:

"...why do faggots have to fuck so fucking much?!...it's as if we don't have anything else to do...I'm tired of using my body as a faceless thing to lure another faceless thing, I want to love a Person!, I want to go out and live in that world with that Person..."

Todos los otros personajes se desdibujan, o mejor dicho, se consolidan siempre que hay alrededor de ellos otros cuerpos desnudos, que son orificios, fluidos, tactos, drogos, sadomasoquistas, fist-fuckers y otras tantas bizarrerías. Lemish transita en los márgenes y en los centros, sin estar ajenos a los problemas y placeres de su tiempo, esperando encontrar that Person. La moraleja es clara y contundente, y se vuelve aún más una vez que la epidemia del SIDA entra en escena años más tarde y trastorna las mentes, las actitudes, las costumbres, las formas, las relaciones. Por eso, por querer desgenitalizar la homosexualidad, por querer buscar en ella un espectro más amplio donde la filosofía, la participación, la comunión (fuera de toda religiosidad inmediata) provoquen en el individuo un cambio para sí y para el lugar en el que viven, es que Kramer y Faggots merecen toda mi pleitesía.

"Having so much sex made having love impossible"



Imágenes de:
Omar Gámez, The Dark Book, 2009.
www.omargamez.com

Sunday, August 1, 2010

arte: maurice


Dry

Cheesy

In-the-closet

Love has never proven easy for our folk

Rich in allegories, in innuendos although slightly erotic. Ripe with social criticism, queer theory & class-aware commentary on 19th century England.

Scandalous for its time. A pleasure to read.

facto: la adopción